La Comisión Europea ha informado hoy que extenderá el veto temporal al grano de Ucrania concedido a los países colindantes hasta el 15 de septiembre de 2023. Esta medida ha sido tomada a pesar de las solicitudes de Kiev de que no se prolongue, generando tensiones entre las partes involucradas.
El veto afecta a cinco países: Polonia, Hungría, Bulgaria, Rumanía y Eslovaquia, quienes habían solicitado esta acción debido al aumento de las importaciones de cereales provenientes de Ucrania, que había generado bloqueos en sus economías. Sin embargo, desde Kiev consideran que esta prórroga no es el camino adecuado y han expresado su rechazo.
La Comisión Europea ha explicado que las restricciones se mantienen debido a las circunstancias excepcionales, como los “cuellos de botella logísticos y los límites en la capacidad de almacenamiento de grano ante la próxima temporada de recolección”, han explicado. No obstante, Bruselas también ha anunciado que algunos productos se excluyen de la lista de los afectados por estas restricciones y ha destacado que el tráfico hacia otros países de la UE sigue abierto a través de las “vías de solidaridad”.
Tanto el ministro ucraniano de Agricultura, Mikola Solski, como los ministros de Agricultura de trece países de la UE, entre ellos España, han expresado preocupaciones y críticas hacia esta prórroga. Argumentan que el veto crea un trato diferenciado dentro del Mercado Interior y podría afectar la solidaridad de la UE con Ucrania. Por otro lado, los países colindantes con Ucrania demandan que el veto se extienda al menos hasta finales de 2023 y solicitan una compensación financiera adecuada para sus agricultores.
Esta decisión de la Comisión Europea ha desatado controversias y profundiza las tensiones entre los países involucrados. Las partes seguirán buscando soluciones y negociaciones en medio de esta compleja situación que afecta al comercio y la agricultura en la región.