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Estas cifras representan un aumento de más de 32.000 vacantes en comparación con el mismo período de 2019 y 2021. Por otro lado, la industria también experimenta un aumento en las vacantes, con 9.445 empleos disponibles, mientras que en la construcción disminuyen ligeramente a 5.479 puestos en comparación con el año pasado.

Si bien las cifras en España no son comparables a las de Estados Unidos, donde hay 11,5 millones de empleos sin cubrir y dos empleos disponibles por cada desempleado, reflejan los crecientes desafíos del mercado laboral para encontrar mano de obra. En poco más de cinco años, el número de vacantes se ha duplicado. Según los datos del INE, el 94,4% de las empresas afirma no tener vacantes porque “no necesitan trabajadores adicionales”.

Estas vacantes sin cubrir se convierten en un problema, especialmente para las pequeñas y medianas empresas, que tienen cada vez más dificultades para contratar y retener personal cualificado, según el presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva. A pesar de haber más de 3 millones de desempleados, la mitad de ellos carece de formación, lo que representa una desventaja para la población desempleada. Las empresas señalan que las políticas de formación “llegan tarde” a las necesidades del mercado laboral, por lo que es urgente que el Estado las ajuste a la demanda empresarial.

Las organizaciones empresariales advierten sobre los desajustes de productividad causados por la falta de mano de obra, así como la ausencia de actividad e inversión asociada a ella. Además, destacan que la rigidez introducida en el mercado laboral complica aún más la situación.

La baja cualificación es un problema endémico del sistema educativo español, a pesar de que el 70% de los trabajadores se encuentran en sectores altamente cualificados y la tasa de desempleo es solo del 10%, según informes de Randstad. Estos informes también indican que solo el 40% de los desempleados cuenta con formación o acceso a ella, mientras que el 60% de los 3 millones de personas en desempleo carecen de Formación Profesional (FP) o educación superior.

La falta de formación no solo afecta a los desempleados, ya que solo el 54% de la población activa cuenta con estudios universitarios o de formación profesional, lo que genera un déficit de talento para el 55% de las empresas.

Además, se suma un fenómeno en crecimiento conocido como trabajo flexible o “Gran Renuncia”. Esto implica que muchos trabajadores altamente cualificados en EE. UU. y cada vez más en Europa abandonen el ciclo del mercado laboral tradicional y trabajen por cuenta propia a través de aplicaciones, por días, semanas u horas. En Estados Unidos, aproximadamente 50 millones de personas renunciaron voluntariamente a sus empleos en 2021.